Adiós.

¿Vida?, ¿muerte?, las personas hablan sobre ello y conviven con ello con tanta naturalidad sin siquiera tener en cuenta un significado, incluso la ciencia no ha determinado un concepto con exactitud, la religión nos dice que hay detrás o después, dejando caer con sumo estrépito sobre mí tanta costumbre e información tragada a mordiscos netos de paginas y secas palabras familiares, me comienzan a parecer un incordio ciertas situaciones.

El morbo, no encuentro otra palabra para ello, aquel que aparece en el momento de la ausencia de la vida, el cual todos parecen verlo natural, no entiendo por qué todos tienen que reír o llorar, tampoco entiendo por qué deben preguntar o cuestionar y que junto a ello se deba fingir no sentir nada y solo articular lo necesario para que educadamente se les pueda mandar al carajo, cuando no tienen nada que ver dentro del círculo vertical familiar, se comienza a adjuntar al cinismo.

¿Flojera mental?, ¿hastío?, se debe esperar que alguien ya no este entre nosotros para derrochar palabras sobre el, para colocar en vitrinas de exhibición el dolor ajeno y debatir quien demuestra más autocompasión.

¿A quien demonios le importa que signifique?; Estamos muy ocupados haciendo noticia tu vida.